La horchata es una de las bebidas más refrescantes para el calor del verano. Y no solo es refrescante, sino que además que tiene muchas propiedades beneficiosas como darnos esa energía que en este tiempo baja un poco con la temperatura.
Lo mejor de todo esque hacer horchata en casa es facilisimo. Solo tenemos que disponer de su ingrediente principal para prepararla: Las chufas. Estás se pueden conseguir en algunas tiendas de frutos secos a precios no muy elevados por lo general, y ya secas, lo que hace que las podamos guardar sin problemas con el resto de frutos secos. Y si en donde vivimos nos es difícil conseguirlas podemos intentar cultivarlas, ya que no son un cultivo difícil mientras tengan agua y calor.
Si al final no os ha convencido el proceso siempre quedará la clásica horchata del supermercado. Aunque si hablamos de horchata embotellada debemos fijarnos mucho en los ingredientes que lleva, ya que por lo general muchas marcas abusan bastante del azúcar y los porcentajes de chufas son relativamente bajos, y no pasa solo en las marcas baratas, ya que algunas de las que más se promocionan son las que menos llevan.
Ingredientes (para 2 vasos):
- 60 gr de chufas.
- 1 litro de agua
- 2 cucharadas de miel o azúcar al gusto
- 1 toque de canela si nos apetece
Elaboración:
- Ponemos en remojo las chufas para que se hidraten durante 1 o 2 dias, procurando cambiar el agua cada poco tiempo para quitar todos los restos de arena que puedan contener.
- Una vez hidratadas procedemos a darles el ultimo lavado y las vamos machacando con ayuda de un mortero.
- Una vez machacadas batimos las chufas con un poco de agua. En caso de tener una batidora de alta gama o un robot de cocina nos podemos saltar el paso 2 si queremos. En mi caso mi batidora es normalita, asique prefiero el aplastado previo para no machacarla mucho.
- Después de batir colamos el resultado por un colador de malla fina procurando aplastar bien para que los restos suelten todo el jugo.
- Ya con el liquido preparado le damos el toque de dulzor. Mezclamos con miel, azúcar, stevia o el endulzante que queramos dándole el dulzor al gusto. En mi caso he utilizado miel, que queda muy bien. Y le damos otra batida para que se mezcle bien.
- Una vez acabado el proceso metemos la horchata al frigorífico para que se enfríe bien, ya que cuanto más fresca esté más rica está.
Si al final no os ha convencido el proceso siempre quedará la clásica horchata del supermercado. Aunque si hablamos de horchata embotellada debemos fijarnos mucho en los ingredientes que lleva, ya que por lo general muchas marcas abusan bastante del azúcar y los porcentajes de chufas son relativamente bajos, y no pasa solo en las marcas baratas, ya que algunas de las que más se promocionan son las que menos llevan.
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