Espinacas con nueces

Hace tiempo que no veía por la frutería espinacas. Asique en cuanto las ví ayer decidí que tenía que cenar espinacas con nueces, un plato que me gusta mucho y que hacia mucho que no tomaba. Está muy bien, pues es una mezcla muy curiosa la que queda, ideal para preparar en un momento justo antes de la cena.

La receta de hoy es un plato fresco pero a la vez muy energético. Las espinacas son verduras de invierno con muchas vitaminas beneficiosas. Y si a esto le juntamos frutos secos y un toque cítrico queda una combinación perfecta de sabor y propiedades beneficiosas. El aporte del toque de cítrico es porque se supone que así el organismo coge mejor los minerales de la verdura. No soy experto en el tema, pero como también me gusta la combinación de sabor que queda pues lo suelo combinar.

Ingredientes (para 2 personas):

• Un puñado al gusto de espinacas
• Un puñado también al gusto de nueces
• Un puñado de pipas peladas
• 1 trozo pequeño de jengibre
• 1 Kumquat o ralladura de naranja o limón
• Vinagre balsámico
• 1 chorro de aceite
• 1 toque de comino 

Elaboración:

1. Lavamos y cortamos las espinacas en juliana y las colocamos directamente en el plato.
2. En un mortero machacamos las nueces peladas y las echamos por encima de las espinacas.
3. Del kumquat retiramos la piel con cuidado y después la cortamos en finas tiras pequeñas y lo mezclamos con nueces y espinacas. 
4. Del jengibre cogemos una porción muy pequeña y lo picamos lo más fino posible para que solo se note ese regustillo picante que tiene, también lo añadimos al plato.
5. Para acabar echamos por encima un puñado al gusto de pipas de girasol peladas y rematamos aliñando con el aceite, el vinagre y el toque de comino a quien le guste.
6. Mezclamos bien y podemos ya emplatar los platos poniendo una nuez de adorno con una linea del aceite balsámico. 

El añadido de los kumquat se puede hacer perfectamente por estas fechas, ya que muchos comercios los tienen ahora mismo a la venta. Sobre todo los orientales. Sino, este gusto cítrico que le da se puede sustituir por ralladura de naranja o limón. No hace falta echar sal al finalizar porque al añadir las pipas peladas, estas ya suelen contener bastante sal, que sueltan al aliñar el plato. Si le echáramos sal quedaría quizás un plato algo salado.

Espero que os guste la receta de hoy y si no la habéis probado nunca la hagáis para deleitaros.